miércoles, 11 de septiembre de 2013

Como olivos podados

Tras los fracasos, frustraciones y desgracias que en algún momento todos tenemos, siempre nos debería pasar igual que a los olivos después de ser podados, que revitalizan su desarrollo y potencian el crecimiento de nuevos brotes.
El tiempo consigue darnos golpes y nos enfrenta a situaciones, que malogran de una forma u otra, muchas de las ilusiones y los sentimientos que albergamos en nuestro interior. Transformando nuestra vida, las prioridades que nos marcamos y la forma que tenemos de ver las cosas. Consiguiendo también, que luchar por muchos de los objetivos que nos habíamos propuesto, ya no tenga sentido.
Lo ideal sería, que los infortunios fueran un incentivo para continuar trabajando con mayor ímpetu, reorientando los esfuerzos en otras direcciones. La experiencia que da lo vivido, y especialmente lo sufrido, nos hace evolucionar y buscar nuevas metas, clarificando lo que realmente queremos y lo que verdaderamente es importante para nosotros.
Texto: Manolo Torres




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2 comentarios:

  1. Maravillosas Fotografías y muy buena Metáfora la de los Olivos.
    Abrazos.

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  2. Manolo te superas en estas imágenes, son todo poesía ¡Preciosas! Esos bellos cielos junto a uno de los árboles más sencillos y bello de los que pueblan las tierras de Andalucía, me trae a la memoria sin poderlo remediar, esos poemas de Machado ensalzando el olivar.
    Un cordial saludo.

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